En cierta ocasión un marchante de arte compró en París una obra, un retrato de boda atribuido, según le dijo el vendedor, al pintor francés Marc Chagall (Vítebsk, 1887-Saint-Paul-de-Vence, 1985). Sucedió que el marchante se dio cuenta de que en la obra faltaba la firma del artista, por lo que decidió visitarlo y pedirle que firmara su obra. Estando en el taller, Chagall tras observar detenidamente la obra comentó lo siguiente: “Bonito trabajo; pero he pintado tanto que apenas si lo recuerdo”. Tras lo cual firmo la obra. Posteriormente se descubrió que la obra no la había realizado Chagall, sino el famoso falsificador Lothar Malskat. |
Cuidado con esta entrada, porque se mete en la columna derecha y no se puede leer bien.
ResponderEliminar¡Buenas tardes!
ResponderEliminarEstá anécdota nos ha gustado. Pero queríamos daros varios consejos:
En la entrada de duelo a garrotazos no entendemos muy bien algunas palabras que hay entre corchetes y pensamos que deberíais quitar un poquito el verde.
También queremos deciros que no ponéis muchos comentarios, porque en el nuestro tenemos muy pocos vuestros.
Por lo demás está bien.
está muy bien esta entrada seguida asi !!!
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