lunes, 7 de febrero de 2011

Anécdota de arte

En cierta ocasión un marchante de arte compró en París una obra,
un retrato de boda atribuido, según le dijo el vendedor,
al pintor francés Marc Chagall (Vítebsk, 1887-Saint-Paul-de-Vence, 1985).
Sucedió que el marchante se dio cuenta de que en la obra
 faltaba la firma del artista, por lo que decidió visitarlo y
pedirle que firmara su obra. Estando en el taller, Chagall tras
observar detenidamente la obra comentó lo siguiente:
“Bonito trabajo; pero he pintado tanto que apenas
si lo recuerdo”. Tras lo cual firmo la obra. Posteriormente
 se descubrió que la obra no la había realizado Chagall,
sino el famoso falsificador Lothar Malskat.